El glaucoma consiste en el daño a nervio óptico provocado por el desbalance entre la presión ocular del paciente, y la resistencia a la misma por parte del nervio. Cuando avanza produce cambio progresivo en el campo visual. Algunos pacientes pueden tener glaucoma aun teniendo presiones relativamente normales. Hay pacientes que tienen predisposición a desarrollar glaucoma. Un ejemplo es aquel en el que la persona tiene presión normal, pero en la que el ángulo entre el iris y la córnea es demasiado estrecho. En estos casos cuando el glaucoma se manifiesta, lo hace repentina e inesperadamente con presiones altísimas que pueden producir ceguera en poco tiempo. Por eso es imprescindible el examen periódico de la presión ocular y la biomicroscopia.

Imágen de cabecera: "Eye with uveitic glaucoma" por Meirav.Seifert, licenciada bajo Creative CommonsAttribution-Share Alike 4.0 International